DISCAPACIDADES AMBIENTALES
Refugiados Ambientales

Algunas de las medidas de accesibilidad ambiental son;
Accesibilidad ambiental: qué es y qué implica
Cuando se piensa en accesibilidad de personas discapacitadas se imaginan barreras físicas, arquitectónicas que dificultan la integración de, por ejemplo, personas con sillas de ruedas o invidentes. Las asociaciones de enfermos de SQM y EHS ponen de manifiesto la existencia de otro tipo de barreras, las ambientales, que no se ven, pero impiden a estos enfermos el acceso a servicios en todos los ámbitos de la vida: social educativo, sanitario, laboral, familiar, cultural. Se trata de estos agentes químicos y campos electromagnéticos.
En una sociedad en la que literalmente se vive invadidos por productos químicos y tecnologías inalámbricas, los afectados de SQM y EHS tienen muy complicada la integración. Acudir todos los días a un puesto de trabajo que no ha sido adaptado a sus necesidades, a un supermercado, a una administración para realizar un trámite burocrático, a una consulta médica, a una reunión familiar o social, o simplemente pasear por la calle, puede desencadenar una serie de síntomas, que en muchos casos durarán varios días, como cefaleas, dolores musculares y articulares, astenia, trastornos del sistema nervioso, asma, problemas respiratorios, trastornos del sistema digestivo, etc. Lo mismo puede ocurrir en el propio domicilio, ya que la tecnología inalámbrica de los vecinos o de antenas cercanas, así como los productos químicos que se usan en la comunidad de propietarios invaden las casas.
Puesto que el único tratamiento efectivo para estas enfermedades es alejarse de las fuentes de exposición, cuando una persona la adquiere su vida da un vuelco radical, y dada su falta de reconocimiento, se encontrará con dificultades para el reconocimiento de discapacidad y/o incapacidad laboral (que si se están consiguiendo en vía judicial con el consiguiente perjuicio económico y de salud al verse inmersos en un procedimiento judicial que puede durar años).
En muchas ocasiones los propios familiares y amigos de estos enfermos los dejan de lado, incluso sus parejas los abandonan, porque el sacrificio que tienen que hacer para permanecer al lado del afectado es grande. Se acaban las reuniones sociales y familiares, las salidas, hay que renunciar a parte de la tecnología y hacer un protocolo para no usar productos de aseo o cosméticos convencionales. Muchas veces hay que dejar la cuidad donde han vivido y trasladarse en busca de un sitio limpio de químicos y radiaciones donde el afectado pueda mantener una vida mínimamente digna.
Un caso especialmente dramático y, lamentablemente, cada vez más habitual, es el de los niños y jóvenes afectados de SQM y EHS que no pueden asistir a centros educativos, a actividades extraescolares, a cumpleaños de otros niños, quedando a tan tempranas edades en riesgo de exclusión social. Los jóvenes que consiguen terminar sus estudios, ¿cómo van a acceder al mercado laboral? ¿Encontrarán un empresario dispuesto a adaptar el puesto de trabajo para contratarlos a ellos?
No podemos pensar que estos químicos y campos electromagnéticos nos afectan sólo a los enfermos de SQM y EHS, se han publicado miles de estudios sobre su toxicidad en los seres humanos.
Las nuevas Directrices mundiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la calidad del aire aportan pruebas claras del daño que la contaminación del aire inflige a la salud humana en concentraciones aún más bajas de lo que se suponía hasta ahora, indicando que cada año se producen cuatro millones de muertes en el mundo a causa de respirar un aire contaminado dentro de los hogares, aire que provoca enfermedades como neumonía, accidentes cerebrovasculares, cardiopatías e incluso cáncer. Por otra parte, según datos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente en Estados Unidos (EPA), la presencia de elementos contaminantes en el aire interior puede llegar a ser entre 2 y 5 veces superior que en exteriores.
Aunque la OMS no ha incluido la EHS dentro de su Clasificación Internacional de Enfermedades sí la describió en el año 2005:”se caracteriza por una variedad de síntomas no específicos que difieren de un individuo a otro. Los síntomas son reales y pueden variar ampliamente en su gravedad. Sea cual sea la causa, la hipersensibilidad electromagnética puede ser un problema incapacitante para la persona afectada.” Asimismo, la OMS clasificó en el año 2011 los campos electromagnéticos como “posiblemente cancerígenos en los humanos, grupo 2B”.
Estos datos son francamente preocupantes y ahondan en la reivindicación de los pacientes de SQM y EHS de respetar su discapacidad ambiental, mejorar la accesibilidad a todos los espacios y respetar espacios 100% libres de tóxicos y contaminación electromagnética.
EQSDS, Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud
Conseguir que las personas con Electrosensibilidad y Sensibilidad Química Múltiple podamos vivir y habitar este mundo en igualdad de condiciones y con los mismos derechos que el resto de las personas..