CARLOS ALVAREZ BERLANA

Carlos Álvarez Berlana  nació un 9 de mayo de 1970.  Chico guapo, una persona con un don de gentes especial con el que llegaba a conectar con cualquier persona que se le acercase, un inconformista,  una persona frágil, sensible al sufrimiento ajeno.

Carlos era cinéfilo, ávido lector de novelas, pensador crítico e infatigable buscador del sentido de la existencia.

A los 30 años empezó a padecer los dolores y las limitaciones que le producirían primero los productos químicos y, luego las radiaciones electromagnéticas. Pero su vena activista le hizo no quedarse cruzado de brazos y  entrar a formar parte del Grupo de Coordinación de nuestra Asociación.

Cogió las riendas, gracias a su formación y sus dotes tanto de investigación como de sus recursos literarios, llevando la voz de nuestra lucha hacia la sociedad.

Sus artículos sobre los efectos de campos electromagnéticos en la salud y la corrupción institucional han sido publicados y muy seguidos en varios medios: Acta Sanitaria, El salto diario, Dianelt, El viejo Topo, Periodista Digital, Rebelión, El Diario….

Después de 20 años de sufrimiento y de lucha activa por los derechos de las personas químico y electrosensibles, decidió que se bajaba del tren de la vida. Lo hizo la madrugada de un lunes 13 de septiembre de 2021, sereno, en plenas facultades mentales y después de despedirse de toda la gente a la que amaba.

Carlos, desde la Asociación EQSDS queremos agradecerte enormemente todo tu trabajo, que dejaste de hacer cuando ya no podías ver más debido a tu fotosensibilidad.

También queremos agradecerte el haberte conocido, tus conversaciones, tus charlas, tu corazón… has sido un puntal muy importante para nosotros.

Un abrazo de corazón.

RAFAEL

Rafael, recordado por sus seres queridos como un soltero apuesto, persona muy sociable, empática, culto, sensato, muy centrado, que había viajado mucho y  con mucha vida social.  Respetado, querido y admirado en su entorno laboral, familiar y de amistades.

Sus amigos de la infancia seguían haciendo piña, con sus encuentros habituales, su complicidad, compartiendo espacios de ocio, alegrías y también problemas.

Hasta que esa felicidad de repente se trunca, cuando los problemas de salud aparecen y también con ellos la incomprensión. Incomprensión de profesionales, amigos y familiares que sin culpa no fueron capaces de adentrarse en el mundo de sufrimiento que alojaba su interior.

La casualidad hizo que se topara con nuestra Asociación, y con ello viera un rayo de luz en su interna y  profunda oscuridad. Cambió la ciudad por el pueblo, allí compartía largos paseos con alguno de sus primos o amigos…. Pero a pesar de los esfuerzos por mejorar, de los cambios en su casa, en su vida, esa Hipersensibilidad tanto a químicos como a campos electromagnéticos, esos malditos acúfenos que no le dejaban vivir, esa pandemia que lo complicaba todo, esa INCOMPRENSIÓN que no le permitía ser feliz… hizo que a sus 74 años decidiera viajar para siempre al UNIVERSO DE LA FELICIDAD ETERNA….

Te seguiremos recordando con cariño, ese cariño y amabilidad con la que tratabas a todo aquel que se acercaba a ti.

Deseamos que esta sociedad cambie para bien en el conocimiento y la investigación de esta enfermedad…