ELECTROHIPERSENSIBILIDAD
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Diagnóstico
El diagnóstico de la Electrohipersensibilidad es fundamentalmente un diagnóstico clínico. Debe basarse en gran medida en una historia clínica completa, centrándose en particular en las correlaciones entre los problemas de salud y los tiempos y lugares de exposición a los CEM, así como la progresión de los síntomas a lo largo del tiempo.
En la actualidad, diversos médicos privados están utilizando algunas herramientas de investigación como la prueba de sensibilidad a los linfocitos, con exposición a CEM in vitro, como pruebas diagnósticas para la EHS.
Así mismo, Belpomme y su equipo francés, determinan que “Por primera vez la EHS se asocia frecuentemente con la SQM, y que la EHS y la SQM se caracterizan por un cuadro clínico común similar que puede ser identificado objetivamente mediante la detección de biomarcadores en sangre periférica y orina.
Se observó que el 80% de los pacientes con EHS presentan uno, dos o tres biomarcadores de estrés oxidativo detectables en su sangre periférica.
La Histamina parece ser el biomarcador más frecuentemente involucrado en la EHS, así como en la SQM.
En general estos marcadores indican inflamación crónica y dificultad para desintoxicar. Esta capacidad de desintoxicación disminuida o inexistente está relacionada con hallazgos asociados con determinados polimorfismos genéticos encontrados de forma específica en estos pacientes”. Enlace al gráfico de los biomarcadores de Belpomme.


Además de los biomarcadores en sangre y orina, estos científicos han utilizado pruebas de imagen como la tomosfigmografía cerebral ultrasónica (UCTS), el doppler transcraneal de las arterias cerebrales medias y la resonancia magnética funcional (RMf). Con el estudio a través de estas pruebas se demostró que la EHS se asocia con una disfunción neurovascular cerebral, incluso con lesiones potencialmente neuronales.
Tanto las anomalías en el cerebro como los biomarcadores en sangre y orina están permitiendo a los médicos hacer un diagnóstico objetivo de la EHS y la SQM como verdaderos trastornos patológicos somáticos.
Estas herramientas han sido aceptadas por un grupo de médicos y científicos de todo el mundo que en junio de 2021 han firmado un Documento de Consenso Internacional sobre EHS.
Para apoyar el diagnóstico clínico sería importante también hacer las mediciones de exposición a los CEM en el entorno habitual del paciente, siempre realizadas por expertos cualificados. Además, en la medida de lo posible, se deben excluir todas las demás posibles causas.
El Colegio de Médicos de Austria ha emitido unas Directrices para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y problemas de salud relacionados con los campos electromagnéticos (síndrome de los CEM). En ellas nos marcan estas pruebas de laboratorio.
Además se deberían hacer otras pruebas o estudios complementarios, ya que se ha observado que estos pacientes presentan con frecuencia otros procesos patológicos, que al tratarse y mejorar ayudan a una mejoría de la EHS.
En primer lugar hacer un estudio de metales pesados, ya que la acumulación de metales pesados en distintos órganos y tejidos como el sistema nervioso central, en personas con EHS y SQM que portan polimorfismos genéticos que condicionan la capacidad de desintoxicación, puede implicar el aumento de especies reactivas al oxígeno y procesos inflamatorios. Además, hay que tener en cuenta que los metales pesados tienen la capacidad de acumularse en distintos órganos y tejidos cambiando de este modo sus capacidades dieléctricas.
La relevancia del aumento de las especies reactivas al oxígeno radica en que tienen importantes implicaciones en los procesos inflamatorios y respuesta inmune a infecciones. Los campos electromagnéticos, al igual que muchas sustancias tóxicas, tienen la capacidad de aumentar la presencia de especies reactivas al oxígeno en distintas partes del encéfalo y también podrían influir en la activación de virus y bacterias en infecciones latentes.
Por ese motivo es importante también hacer un estudio completo de posibles virus y bacterias. Las más habituales: virus Epstein Barr, citomegalovirus, herpes, borrelia…).
Otra de las alteraciones casi siempre presente en estos pacientes es una disbiosis intestinal. Por eso muchos médicos expertos hacen un estudio completo de microbiota e intolerancias alimentarias. Ya que la mayoría de los pacientes desarrollan SIBO (Sobreinfección Bacteriana de Intestino Delgado), tienen permeabilidad intestinal, e intolerancias alimentarias frecuentes como la lactosa, la fructosa y el gluten.
Como hemos comentado, hacer una buena historia clínica es la base del diagnóstico.
Y ya que la EHS está íntimamente relacionada con la SQM, además de la exposición a los campos electromagnéticos, debemos tener en cuenta otras exposiciones ambientales que hayan podido estar implicadas en el desarrollo de la hipersensibilidad, como exposiciones a pesticidas, hidrocarburos y otras sustancias químicas tóxicas.
También es importante tener en cuenta si la persona ha sufrido algún trauma importante o situaciones de estrés mantenido en el tiempo.
Así como hacer una batería de pruebas analíticas relacionadas con la autoinmunidad, ya que ésta suele estar alterada.
Aunque, hasta la fecha, la OMS no ha incluido a la electrohipersensibilidad en la Clasificación Internacional de Enfermedades con un código propio, si ha incluido un apartado para registrar los daños generados por exposición a radiación de radiofrecuencia y otras radiaciones no ionizantes (Códigos W90.0 y W90.8 en el CIE 10 vigente en España).


TRATAMIENTO
No existe tratamiento curativo, pero sí para mejorar la sintomatología, la capacidad funcional y la calidad de vida.
Las investigaciones han demostrado que la evitación de la exposición puede ser la única, principal y primera forma fiable de tratamiento para mejorar los síntomas, sin la cual el resto de posibilidades terapéuticas pierden su efectividad.
Por tanto la base del tratamiento y el control de la enfermedad sería
- La evitación/reducción de la exposición a campos eléctricos y magnéticos y a emisiones de radiofrecuencia, así como sustancias químicas y otros incitantes desencadenantes de los ciclos de óxido nítrico junto con la optimización general del estado de salud.
- Recomendaciones sobre el estilo de vida (ejercicio, alimentación ecológica, evitar sustancias adictivas, hábitos de sueño, procurar un sueño reparador, pasar tiempo en la naturaleza…) y medidas de reducción del estrés (en general y en el trabajo), así como métodos para aumentar la resistencia al estrés (entrenamiento autógeno, yoga, relajación muscular progresiva, técnicas de respiración, meditación, taichí, etc.). Es muy importante reforzar el sistema inmunológico.
- Tratamientos holísticos, como las terapias anti-oxidantes y anti-nitrosativas, oligo-elementos, vitaminas, aminoácidos. Algunos especialistas ofrecen terapias adicionales con alimentación ecológica, inmunoterapia, desintoxicación, quelaciones y suplementaciones que intentan restaurar rutas metabólicas disfuncionales.
- Últimamente está cobrando mucha importancia el tratamiento de la disbiosis intestinal, presente en la mayoría de los pacientes.
Se han elaborado Terapias de apoyo psicológico, pero éstas solo serán efectivas si ayudan a las personas a conllevar mejor su hipersensibilidad asumiendo que la prevención clave incluye la evitación del factor desencadenante. La negación de la raíz del problema por parte de los profesionales de la salud mental impide o dificulta el acceso a estos servicios a las personas EHS que pueden necesitarlo, ya que el rechazo, la intolerancia e incomprensión que sufren, unido a las consecuencias de la falta de reconocimiento formal por parte de las instituciones de salud provoca pérdida de trabajo, inaccesibilidad a la vivienda, ausencia de protección social, mala calidad de vida por el estado de salud fruto de no poder evitar la exposición por falta de recursos. Todo ello puede poner en riesgo su equilibrio emocional y psicológico, como ocurre en otras patologías.
EQSDS, Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud
Conseguir que las personas con Electrosensibilidad y Sensibilidad Química Múltiple podamos vivir y habitar este mundo en igualdad de condiciones y con los mismos derechos que el resto de las personas..